- Sólo tu gente: No compartir con extraños significa que puedes relajarte, charlar libremente y adaptar el ambiente exactamente a lo que quieres: de romántico a alborotado o cualquier cosa intermedia.
- Totalmente personalizable: Tú eliges el tiempo, el recorrido, la música y los extras. Tanto si quieres una visita guiada, una lista de reproducción o silencio, la experiencia se adapta a tu estilo.
- Un servicio más personal: Los capitanes de los cruceros privados suelen actuar más como anfitriones, ofreciendo sus puntos de vista, ajustando la ruta o incluso haciendo la foto de grupo perfecta cuando se les pide.
- Embarque y horarios flexibles: A diferencia de los tours en grupo fijos, los cruceros privados suelen permitir puntos de recogida personalizados u horarios ligeramente ajustados, especialmente útiles para eventos o grupos grandes.