- Vistas despejadas: No hay cristal ni techo, sólo visibilidad al aire libre en todas direcciones. Ideal para hacer fotos, paisajes urbanos y sentirte totalmente conectado al ambiente de los canales de Ámsterdam.
- Experiencia al aire libre: Respira las vistas y los sonidos de la ciudad mientras te deslizas. En los días soleados, ésta es una de las formas más refrescantes de explorar.
- Tamaño de grupo íntimo: Los barcos abiertos suelen tener capacidad para entre 10 y 30 personas, lo que crea un ambiente amistoso e informal sin las multitudes de los grandes cruceros por los canales.
- Cerca del agua: Te sientas más bajo y más cerca de la línea de flotación, lo que te da una sensación más envolvente y mejores ángulos para ver de cerca los reflejos, los puentes y la arquitectura.